ESCUELA DE CINE
- Escuela Duncan
- 5 sept
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El ángel exterminador
El ángel exterminador es una de las películas más aclamadas del director surrealista español Luis Buñuel, estrenada en 1962. Es una sátira social despiadada y un ejemplo magistral del cine de lo absurdo. La película se adentra en un escenario surrealista para exponer la hipocresía y la vacuidad de la alta sociedad.
Argumento
La película comienza con un grupo de aristócratas y figuras de la alta sociedad que se reúnen para una elegante cena en una mansión de Ciudad de México. Todo parece transcurrir con normalidad, con conversaciones frívolas y modales impecables.
Sin embargo, al terminar la cena, ocurre algo inexplicable: los invitados se encuentran inexplicablemente incapaces de salir del salón. No hay ninguna barrera física ni fuerza visible que los retenga; simplemente no pueden cruzar el umbral de la puerta. Los sirvientes, que sí pudieron salir antes, se quedan a las afueras de la mansión, observando perplejos.
A medida que pasan los días, la situación se vuelve cada vez más insostenible. El decoro y las formalidades de la clase alta se desvanecen rápidamente. El salón, antes un símbolo de estatus, se convierte en una prisión. La falta de comida, agua y las condiciones de higiene deterioran su estado físico y mental.
La película muestra cómo el grupo, a medida que su civilización se desintegra, se ve reducido a la barbarie. Surgen peleas, actos de desesperación e incluso un ritual macabro. Sus instintos más primarios emergen, revelando una cruda realidad bajo su pulida fachada social.
Al final, cuando el grupo, ya en un estado de total degradación, logra salir del salón, la película lanza su golpe final. Los personajes acuden a una iglesia para dar gracias, solo para encontrarse, de nuevo, atrapados inexplicablemente en el interior con otros fieles. La historia se repite, sugiriendo un ciclo interminable de confinamiento y de absurdidad.
Temas principales y crítica social
La crítica a la burguesía: La película es una mordaz alegoría sobre la fragilidad de la clase alta. Buñuel utiliza la inexplicable trampa como una metáfora para demostrar que la moralidad y la "civilización" de estas personas solo existen cuando están protegidas por su riqueza y comodidades.
El absurdo de la existencia: La falta de una explicación para el encierro es un elemento central del surrealismo de la película. El misterio nunca se resuelve porque la película no trata sobre el "por qué" de la trampa, sino sobre el "qué" revela de los personajes.
El encierro y el instinto: A través del confinamiento, la película explora la delgada línea entre los instintos animales y la civilización humana. El salón se convierte en un laboratorio social donde los personajes son despojados de sus roles y exhiben sus verdaderas, y a menudo repulsivas, naturalezas.
Religión y represión: Buñuel, con su conocida postura anticlerical, utiliza la escena final en la iglesia para sugerir que la religión es otra forma de confinamiento social e intelectual. El "ángel exterminador" del título podría ser una fuerza divina o simplemente la fuerza de su propia decadencia moral.
El ángel exterminador es considerada una de las cumbres del cine surrealista. Su influencia se puede ver en películas que exploran temas de encierro y colapso social, como El hoyo de Galder Gaztelu-Urrutia. La película sigue siendo un poderoso y perturbador espejo de la hipocresía humana.
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