ESCUELA DE CINE clásicos del cine TESTIGO DE CARGO
- Escuela Duncan
- 19 ago
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La historia se desarrolla en Londres en 1947. Leonard Vole, un joven y atractivo buscavidas, es arrestado y acusado del asesinato de la Sra. Emily French, una viuda rica con la que mantenía una relación de amistad. El móvil del crimen parece ser la herencia, ya que Vole era el principal beneficiario de su testamento.
El prestigioso abogado criminalista Sir Wilfrid Robarts, que se está recuperando de un infarto y tiene prohibido trabajar, decide tomar el caso. A pesar de las pruebas en contra y de la aparente falta de inocencia de Vole, Sir Wilfrid se siente atraído por el desafío y por la convicción de que su cliente, aunque no sea una persona moralmente intachable, es inocente del asesinato.
La clave del caso parece residir en la esposa de Leonard, Romaine Vole, una enigmática mujer de origen alemán. Ella es la única que puede proporcionarle una coartada, ya que él afirma que regresó a casa a altas horas de la noche del crimen. Sin embargo, Romaine se muestra fría y distante con Sir Wilfrid, y en lugar de ayudar, se convierte en la principal amenaza para la defensa.
Durante el juicio, la situación da un giro dramático cuando Romaine se presenta como testigo de la acusación. A pesar de ser la esposa del acusado, declara en su contra, afirmando que Leonard regresó a casa esa noche con la ropa y las manos ensangrentadas, y que él mismo confesó el asesinato. Su testimonio, inesperado y devastador, parece sellar el destino de Leonard.
Sir Wilfrid, a pesar de la sorpresa, no se rinde. Una noche, recibe una llamada de una mujer misteriosa que afirma tener unas cartas escritas por Romaine a un amante, en las que se detalla el plan para incriminar a Leonard. Sir Wilfrid se reúne con ella y, a pesar de sus dudas, decide utilizar las cartas en el juicio.
Al día siguiente, Sir Wilfrid confronta a Romaine en el estrado con las cartas. Ella se desmorona y confiesa que todo fue un plan para salvar a Leonard. Según su nueva versión, las cartas eran falsas, y ella había mentido deliberadamente en su primer testimonio para desacreditarse a sí misma, con la esperanza de que el jurado, al ver que no era una testigo fiable, declarara inocente a su marido.
El jurado, convencido por esta nueva declaración y la aparente devoción de Romaine por su esposo, absuelve a Leonard Vole.
Cuando el juicio termina, Vole celebra su libertad. Es entonces cuando Romaine le revela la verdad más impactante: el primer testimonio era el verdadero. Leonard era culpable del asesinato, y Romaine, al descubrir que su marido la había engañado, se vengó de la forma más sutil y definitiva. La mujer misteriosa que le dio las cartas a Sir Wilfrid era ella misma disfrazada.
La historia termina con Sir Wilfrid Robarts, desilusionado y horrorizado al darse cuenta de la manipulación de la que ha sido víctima. Romaine, en un acto final, decide hacer justicia por su cuenta, asesinando a Leonard, ya que la ley no lo ha condenado. Sir Wilfrid, a pesar de su conmoción, se ve obligado a defender a Romaine en un nuevo juicio, demostrando que la justicia no siempre se encuentra en los tribunales, sino en las manos de quienes buscan la verdad.











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